La nutrición personalizada en el adulto mayor: más allá de las calorías
- Servicios Especializados Marketing en Salud
- 28 jun
- 2 Min. de lectura
La alimentación en la tercera edad no se trata solo de contar calorías o de seguir una dieta genérica. Conforme envejecemos, el cuerpo experimenta cambios fisiológicos, metabólicos y digestivos que hacen necesario un enfoque nutricional personalizado, ajustado a las necesidades médicas, funcionales y emocionales de cada persona.
En este artículo te explicamos por qué la nutrición es un pilar fundamental del cuidado integral en los adultos mayores y cómo debe abordarse con seriedad, experiencia y sensibilidad.
¿Por qué cambia la alimentación en esta etapa de la vida?
A partir de los 60 años, es común observar modificaciones en el apetito, la percepción del sabor, la capacidad de masticar y digerir los alimentos, así como una mayor frecuencia de enfermedades crónicas como la diabetes, hipertensión o problemas renales.
Además, factores como la pérdida de masa muscular, el riesgo de deshidratación o el uso de múltiples medicamentos (polifarmacia) requieren ajustes constantes en la dieta. Por eso, una alimentación adecuada en el adulto mayor debe contemplar más que solo el número de calorías: debe adaptarse a su estado de salud, nivel de actividad, preferencias y condiciones clínicas específicas.
¿Qué es la nutrición personalizada?
La nutrición personalizada es un plan alimenticio diseñado únicamente para una persona, tomando en cuenta:
Diagnósticos médicos actuales
Estado nutricional y peso corporal
Requerimientos de energía, proteínas y micronutrientes
Restricciones dietéticas (por alergias, medicamentos o enfermedades)
Hábitos, preferencias y cultura alimentaria
Este enfoque permite no solo mantener el peso y prevenir desnutrición, sino también mejorar la calidad de vida, fortalecer el sistema inmune, mantener la movilidad y apoyar el tratamiento de enfermedades crónicas.

Alimentación y bienestar emocional
Comer no es solo una necesidad fisiológica; también es un acto social, emocional y cultural. Un adulto mayor que disfruta de sus alimentos, que comparte la mesa en un ambiente cálido y que recibe alimentos preparados con cariño, tiene más probabilidades de sentirse motivado, acompañado y valorado.
En Aldora, entendemos que la comida también es cuidado. Por eso, cada menú es supervisado por una nutrióloga y preparado por nuestro chef, con ingredientes frescos y balanceados, adaptados a las necesidades y gustos de cada Senior.
¿Qué alimentos deben priorizarse en esta etapa?
Aunque cada plan es individual, existen principios generales que se aplican en la alimentación geriátrica:
Proteínas de alta calidad (para conservar masa muscular)
Frutas y verduras ricas en fibra, vitaminas y antioxidantes
Grasas saludables (aguacate, aceite de oliva, pescado)
Hidratación constante (agua, caldos, infusiones)
Reducción de azúcares simples y sodio
Porciones pequeñas, frecuentes y fáciles de digerir
Conclusión: la nutrición como parte del cuidado integral
La alimentación personalizada en el adulto mayor no es un lujo ni un complemento: es un componente esencial del cuidado profesional. Permite prevenir enfermedades, mantener la independencia funcional y promover el bienestar físico y emocional.
En Aldora, la nutrición está al centro de nuestra propuesta de cuidado integral. Diseñamos cada plan con atención médica, profesionalismo y calidez. Comer bien es una forma de vivir mejor.
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